3. ¿Qué incidencia tienen y por qué se producen los defectos de la pared abdominal?
La cirugía de la hernia cubre muchos aspectos, pero en un análisis muy global podemos decir que existen dos tipos: las inguinales, que se desarrollan espontáneamente aunque pueden existir ciertos factores predisponentes, y que llega afectar a casi un 25% de la población masculina y en un menor grado a la femenina; y las de la pared abdominal en donde, por un lado, la más frecuente y con una importante incidencia es la hernia umbilical, encontrando, por otro lado, la incisional, que se produce en la herida tras una cirugía previa.
4.¿Dónde es más importante la prevención?
En el caso de la hernia incisional es donde hay que centrarse y donde es clave la prevención, ya que se puede bajar la incidencia de forma drástica si los cirujanos realizamos un buen cierre de la pared.
5. ¿ Existirán en el futuro?
Lo que es evidente es que son muy prevalentes y una parte importantísima de cualquier servicio de cirugía. Además, mientras la medicina avanza y conseguimos que ciertas patologías se traten sin necesitar una cirugía, las hernias primarias de pared siempre existirán y necesitarán una solución en quirófano.
6. ¿Han notado que se haya producido un aumento de casos o todo lo contrario?
En referencia a las incisionales, que son las que se producen tras otra cirugía, han disminuido recientemente porque se ha investigado mucho en la prevención. Pero, por otro lado, debemos tener en cuenta que cada vez se intervienen pacientes más pluripatológicos y añosos con más problemas asociados, como diabetes, obesidad, etc., que son factores de riesgo al desarrollo de hernias de la pared abdominal. Lo que estamos ganando, por un lado, lo perdemos por otro.
7. ¿Cuál es el abordaje que mejores resultados obtiene?
La cirugía laparoscópica ha demostrado grandes ventajas. Lo más importante es que reduce drásticamente las posibilidades de la infección de la herida quirúrgica y, como consecuencia, la infección de las mallas que se implantan para corregir estos defectos, lo que influye en la estancia postoperatoria y en la calidad de vida del paciente. Lógicamente estos abordajes tienen sus indicaciones y no es para todos los casos. En la hernia inguinal se ha demostrado que es preferible un abordaje laparoscópico incluso para pequeñas unilaterales, ya que ofrecen mayor confort postoperatorio, una más rápida recuperación y una menor posibilidad de desarrollar dolor crónico. En este sentido, la guía clínica promovida por la sociedad a la que accedo como presidente ha dejado clara esta recomendación del uso de esta vía.
8. ¿Qué innovaciones al respecto destacaría o están por llegar?
Las grandes innovaciones vienen de la mano del desarrollo del abordaje mínimamente invasivo, que facilita reducir la fijación, y como consecuencia el dolor, y el uso de diferentes materiales protésicos, algunos colocados en planos de la pared más favorables para el paciente. Pero estas innovaciones van también de la mano de los materiales que usamos para reparar la pared. En este sentido, tenemos disponibles una nueva generación de mallas que desaparecen a largo plazo dejando una estructura parecida a la pared natural del enfermo, con lo que los pacientes no tendrán un material extraño de por vida. Además, podrían tener un valor añadido en su uso en campos contaminados, evitando las infecciones de materiales protésicos permanentes, que puedo obligar a su retirada. En referencia a la fijación, los pegamentos se están desarrollando de forma impresionante. Estos van a facilitar un anclaje no traumático de las mallas mejorando los resultados en cuanto al dolor, sin elevar el número de recidivas de las hernias.