FUENTE:dca.gob.gt
AUTOR:Mariano Macz
La robótica en Guatemala ha tenido un crecimiento importante en las últimas décadas, debido a su impulso en varias instituciones, incluida la Universidad Galileo, y el lanzamiento de su carrera de Mecatrónica en 2008.
Con la entrada en vigencia de esta carrera, se dio la oportunidad a muchos jóvenes para desarrollarse en un campo innovador y con amplio futuro profesional. Los alumnos tienen acceso a cuatro laboratorios donde pueden aumentar sus conocimientos y poner en práctica todo lo que aprenden en sus aulas.
Uno de ellos es Turing, donde se involucran con la inteligencia artificial, robótica móvil y educativa por medio del robot Leonardo GreenMoov. También colaboran en el desarrollo de prótesis para ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas sin algún miembro.
“Para mí es increíble poder tener un lugar dónde expresarnos con tecnología y ciencia, que nos permite demostrar quiénes somos y nuestras capacidades al mundo, todo lo que se puede realizar aquí”, indica Roberto Véliz, estudiante de Ingeniería Mecatrónica.
En otro de los sitios se desarrolla robótica colaborativa, donde se automatizan proyectos para que hagan el trabajo operario de actividades muy repetitivas, que en algún momento pueden ocasionar problemas físicos en las personas. Por eso se está realizando un estudio en colaboración con Cementos Progreso de un brazo robótico, que se puede programar para que haga ciertos movimientos con solo presionar un botón.
Además, cuenta con el laboratorio multidisciplinario Teslalab, conformado por jóvenes a punto de graduarse, donde se desarrolla la Robótica Educativa, así como Realidad Virtual aplicada a la industria.
Otros proyectos.
Uno de los más relevantes es el Balam, o Encuentro Nacional de Robótica, que nació hace 10 años, enfocado directamente en esta disciplina educativa para jóvenes. Otro es Monair que está enfocado a tener un impacto en la medición del aire, lo que les ha permitido trabajar con algunas entidades del Gobierno.
“Balam tiene como finalidad ofrecer los primeros acercamientos con temas conocidos como STEM, que incluye matemáticas, programación, electrónica, diseño cat, entre otros, para darles inducción de este contenido y después se divide en tres fases: Aprende, Crea y Compite. En cada una, los jóvenes completan procesos y van avanzando. Los que llegan hasta la fase Compite ponen en práctica lo aprendido y tienen la oportunidad de participar en la Selección Nacional de Robótica y ser representantes de Guatemala en el ámbito internacional”, comenta Robert Bautista, investigador de TeslaLab.
El Proyecto Balam marcó un antes y después en el país y ha tenido un aumento significativo de participantes. En su primera edición se contó con 100 estudiantes y en la última asistieron más de 500, de los cuales 100 fueron finalistas. De los que llegan a la final, se forma la selección que irá al extranjero a representar a Guatemala en las diversas competencias de este año. Los cinco jóvenes que la componen participarán en el evento que se desarrollará en Grecia del 23 al 30 de septiembre.
Otro grupo de 15 jóvenes de varios colegios del país irán a México con la idea de seguir aumentando el prestigio que Guatemala tiene en este tipo de competencias, donde han sido reconocidos en las categoría de Robomatrix y en First Global Challenge.
“Cada vez vemos más robótica en nuestra vida cotidiana. Hubo una época donde pensábamos en esto como ciencia ficción, se veía en las películas o series, que era algo que se pensaba que llegaría muy adelante en el futuro. Luego lo vimos en la industria donde los países desarrollados tienen un componente muy grande en robótica, pero también en la industria militar; ahora lo vemos ya en la vida cotidiana”, refirió el decano de la Facultad de Ingeniería de Sistemas, Informática y Ciencias de la Computación (Fisicc) de esa casa de estudios, Rodrigo Baessa.