Actualmente, está algo anticuado, pero estas mejoras prometen hacerlo realmente interesante.

FUENTE:lavanguardia.com

AUTOR:Esteban García Marcos

La escalada bélica que se ha vivido desde el estallido de la guerra de Ucrania ha sido realmente grande y notable en todos los aspectos. Se desarrollan superarmas sacadas de historias de ciencia ficción qué rápidamente se ven superadas por sus armas contrarias en cuestión de días. En este marco, Rusia ha llevado a cabo un importante proceso de rearme, y una de sus nuevas armas secretas tiene como objetivo modernizar los tanques T-72B3 y convertirlos en robots autónomos.

La IA al servicio de los carros de combate

La empresa rusa Uralvagonzavod ha iniciado pruebas de un nuevo robot de combate no tripulado llamado Shturm, diseñado para operar en primera línea en el conflicto en Ucrania, tal y como recoge el medio de noticias militares Army Recognition. Este desarrollo se basa en el chasis del tanque T-72B3, uno de los más famosos que ha tenido Rusia en su historia reciente. Además, supone la importante incorporación de vehículos autónomos en un conflicto real.

El proyecto Shturm comenzó su desarrollo antes de que estallara el conflicto de Ucrania, pero las circunstancias recientes han acelerado su progreso, ya que Rusia necesita que su parque móvil se modernice. El programa de pruebas incluye ejercicios con fuego real, donde el robot enfrenta diferentes escenarios y objetivos para evaluar su desempeño. El armamento principal es un cañón de 125 milímetros con un cañón acortado, optimizado para el desarrollo de operaciones específicas en entornos más cerrados.

Aunque inicialmente se consideró utilizar tecnologías del tanque T-14 Armata, se decidió finalmente adaptar el diseño al más conocido T-72B3, ya que el T-14 todavía no ha sido testeado debidamente en entornos bélicos y además el T-72 es mucho más numeroso y barato de producir que su contraparte. Además es uno de los tanques más conocidos del planeta. En concreto, el modelo B3 es una versión mejorada del T-72, que ya está en servicio en el ejército ruso. Entre sus mejoras se encuentra un cañón de 125 mm 2A46M-5 de ánima lisa, equipado con una funda térmica de aleación ligera y un sistema de evacuación de boca, lo que mejora su precisión y rendimiento en combate frente a los modelos habituales.

El sistema de armas del T-72B3 permite tanto al artillero como al comandante lanzar misiles guiados por láser, como los modelos 9M119 AT-11 ‘Svir’ y 9M119M Refleks. Estos misiles tienen un alcance máximo de 5.000 metros y pueden ser operados tanto de día como de noche, aumentando la versatilidad del tanque en el campo de batalla. Pero el proyecto Shturm tiene planes para cambiar la necesidad de tener una tripulación.

El proyecto Shturm tiene cuatro variantes distintas de vehículos de combate. La primera está equipada con el cañón de 125 mm mencionado anteriormente. La segunda variante puede alojar misiles o un lanzallamas de infantería propulsado por cohetes con una ojiva termobárica Shmel-M. La tercera versión transforma el vehículo de apoyo de fuego Terminator en un robot, equipado con dos cañones de 30 mm y lanzadores de misiles termobáricos. La cuarta variante está diseñada para operar junto al sistema de lanzacohetes termobáricos TOS-1A, proporcionando apoyo en operaciones conjuntas.

La incorporación de tanques no tripulados basados en el T-72 ofrece ventajas tácticas al ejército ruso. Como señala el propio medio, la más evidente es que no pone en riesgo a la tripulación humana, lo que cambia para siempre la dinámica que se ha vivido hasta ahora dentro de la lucha en el interior de un carro de combate. Ahora, los operadores estarán a varios kilómetros de distancia sin que su eficiencia de combate se vea interrumpida. El problema es que esto deshumaniza todavía más la guerra y plantea unos debates éticos y morales realmente escabrosos.

Durante las pruebas, los robots Shturm han sido equipados con dos ametralladoras de gran calibre y sistemas de inteligencia artificial para mejorar su autonomía y eficacia.

La elección del T-72B3 como plataforma se debe a su blindaje efectivo y al resultado que está dando este tanque en la guerra de Ucrania, dónde el conflicto encarnizado ha hecho que Rusia tenga que sacar buena parte de su parque móvil a la refriega, dónde han resultado particularmente útiles para algunas de sus misiones. Estas características potencian las capacidades de combate de los tanques no tripulados, haciéndolos más resistentes en situaciones adversas. El uso de este nuevo tipo de vehículos autónomos puede hacer que cambie la forma en la que se hacía la guerra hasta ahora.

La implementación de robots de combate como el Shturm representa un paso hacia la modernización y automatización de las fuerzas armadas rusas. Pero la incorporación de los drones en los campos de batalla ya están mostrando lo duro del conflicto en un entorno encarnizado en el que las nuevas tecnologías hacen que la guerra sea todavía más terrorífica para los combatientes si cabe.


Esta web usa cookies analíticas y publicitarias (propias y de terceros) para analizar el tráfico y personalizar el contenido y los anuncios que le mostremos de acuerdo con su navegación e intereses, buscando así mejorar su experiencia. Si presiona "Aceptar" o continúa navegando, acepta su utilización. Puede configurar o rechazar su uso presionando "Configuración". Más información en nuestra Política de Cookies.


ACEPTAR
Aviso de cookies

¡Comparte en tus redes!

¡Comparte esta noticia con tus amigos!