El IVIA desarrolla máquinas con visión artificial para ayudar a producir y seleccionar en el campo. El Centro de Agroingeniería investiga sistemas para detectar desde fuera la firmeza y la madurez idónea de cada fruta.

FUENTE: lasprovincias.es

AUTOR: Carlos Bonell

Para conocer el estado de madurez de una fruta no hay método mejor que abrirla y probarla. Pero eso no es factible a la hora de decidir cuándo y cómo recolectar toda una partida. Lo habitual en esta caso, lo que predomina a la hora de comercializar, es coger unas muestras y analizarlas. De este modo se puede tener una aproximación, pero no la seguridad de que todo esté como se supone. Sin embargo, la tecnología disponible ya permite conocer desde fuera cómo es cada fruta. Sin abrirla. Y de una en una.

No es ciencia ficción. En el Centro de Agroingenieria del IVIA (Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias) están aplicando desarrollos de visión artificial a máquinas y robots con la idea de facilitar labores de cultivo y de selección de cosecha en campo y en los almacenes de confección y envasado. José Blasco, profesor de investigación y coordinador de dicho departamento, nos ha detallado algunas líneas de actuación.

El objetivo general es evidente: ganar eficacia y abaratar costes en todos los órdenes que sea posible. Los avances en robótica y en visión artificial permiten hoy que las máquinas realicen tareas rutinarias que ya no es preciso que hagan personas y, además, con una agudeza y perfeccionamiento que permite llegar a donde no puede alcanzar el ojo humano.

Las cámaras térmicas e hiperespectrales permiten detectar carencias nutricionales y hasta la enfermedad de la Xylella.

En estos momentos ya es factible seleccionar las naranjas, o cualquier otra clase de fruta, por su condición interna. Si hasta ahora se separaba en base a tamaños, color externo más o menos intenso y la presencia de ciertos defectos, también se puede saber la composición interna, o lo dulce que está cada pieza, sin abrirla ni probarla, su grado de acidez, la firmeza de la pulpa y la piel… En suma, determinar el estado de madurez, según los parámetros establecidos, para separar los frutos adecuados para la venta en fresco de los que se deben rechazar y destinarlos a otros procesos de transformación industrial.

Los instrumentos utilizados en teledetección, como las cámaras hiperespectrales o térmicas, permiten estimar algunas características que resultan invisibles al ojo humano.

Pero del mismo modo que estos avances se empiezan a instalar en las lineas de confección de los almacenes de envasado y comercialización de las frutas, se pueden instalar también en robots autopropulsados que ‘trabajen’ en el campo, donde pueden detectar con toda facilidad el estado general del cultivo y cualquier parámetro que sea de interés. Por ejemplo, la escasez o exceso de hidratación, deficiencias de nutrientes, carencias de microelementos, avisar anticipadamente sobre condiciones de desarrollo de determinadas plagas o enfermedades…

 

Antes de que se vean

 

Según explica José Blasco, muchas de estos problemas pueden anticiparse incluso antes de que se empiecen a ver síntomas, simplemente porque la capacidad de detección de ‘los ojos’ del robot es más profunda que la percepción humana. Si ahora es preciso analizar hojas y comparar resultados para sacar conclusiones sobre dosis de abonados, por ejemplo, un robot con los sensores adecuados que discurra entre líneas de una plantación puede establecer al instante la relación entre los compuestos químicos y determinadas longitudes de onda donde se absorben o no en las hojas.

El Centro de Agroingeniería ha desarrollado una máquina para facilitar la recolección de cítricos en campo que discurre entre las hileras de árboles. Los frutos se cogen a mano, pero los operarios no cargan en cajones ni capazos que trasladan a hombros, sino que depositan las naranjas en cintas donde se establece la primera selección, de modo que lo que no tenga que ir al mercado se separa ya en el origen y no incremente costes añadidos de transportes y manipulación. De igual modo se pueden incorporar las más recientes innovaciones de visión artificial para separar por índices de madurez interna.

Por otro lado, el prototipo de robot autopropulsado (con paneles fotovoltaicos y baterías de litio), tanto puede servir para detectar los posibles problemas de calidad referidos como para realizar algunas tareas de cultivo, como deshierbes. Por otro lado, con ocasión de extenderse la enfermedad de a ‘Xylella fastidiosa’, ya reveló este sistema su gran eficacia para detectar almendros infectados.


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