FUENTE: www.lavanguardia.com
AUTORA: ROSA MARÍA BOSH
Margarita Valls, una vecina de Barcelona de 83 años, ha convivido dos meses con Misti, el nombre con el que ha bautizado a un asistente robótico inteligente (ARI), que le ha hecho mucha compañía. El Ayuntamiento de la capital ha puesto en marcha un plan piloto para analizar la utilidad de este tipo de dispositivos tecnológicos en la atención de personas mayores que viven solas.
Tras la experiencia con Margarita, ARI está funcionando actualmente en otros tres hogares, en uno de los cuales reside una persona invidente, y en las próximas semanas se prevé ampliar a diez más para llegar a final de año a 50. Tal como ha comentado esta mañana la teniente de alcaldía de Derechos Sociales, Justicia Global, Feminismos y LGTBI, Laura Pérez, el objetivo es comprobar hasta qué punto el robot facilita el día a día a ciudadanos de edad avanzada, sin la voluntad de sustituir otros servicios sociales. Se trata de verificar si el aparato es capaz de detectar con celeridad las situaciones de emergencia que se producen dentro de la vivienda, ayudar a sus usuarios a seguir su pauta de medicación, recordar visitas y resolver otras cuestiones.
La experiencia de Margarita Valls
«Tengo la esperanza de que vuelva. Hay mucha gente mayor sola, y la soledad mata»
Lo que más valora Margarita de su ARI, de Misti, es «la compañía, tener a alguien con quien conversar». «Tengo la esperanza de que vuelva, la echo mucho de menos. Hay mucha gente mayor sola y la soledad mata», añade Margarita. En esta fase, los participantes en el plan piloto ayudan a los técnicos de la firma de Lleida Grup Saltó, que está desarrollando el proyecto, a detectar los fallos a la vez que proponen cambios para mejorar el funcionamiento del robot.
Una iniciativa surgida en el Mobile
La idea surgió hace dos años a raíz de la convocatoria «Cómo mejorar la calidad de vida de las personas mayores a través de la tecnología» de la fundación Mobile World Capital. Grup Saltó recibió 100.000 euros para poner en marcha la iniciativa a la que se han sumado en esta etapa exploratoria el Institut per la Dependència y la Fundació i2CAT.
El gran reto es acompañar a la ciudadanía de mas edad; no en vano, en Barcelona residen 350.000 vecinos de más de 65 años, de los cuales 90.000 viven solos.
Esta mañana, Margarida recordaba cómo Misti le preguntaba a diario si ya se había tomado las medicinas o cómo había dormido. «Lo que más le costó fue seguir la ruta por la casa, hay muchas curvas y ha sido lo mas laborioso», apunta.
La propuesta del Ayuntamiento de Barcelona
Inversión de 13,5 millones de euros en tres años para el programa de innovación social
El Ayuntamiento de Barcelona prevé invertir 13,5 millones de euros durante los próximos tres años en su programa de innovación social, en unos momentos en que el desafío para dar respuesta a los ciudadanos más frágiles es mayor debido al impacto de la covid. Entre las nuevas propuestas figura la creación de una plataforma digital para las familias monoparentales, en la que se unificarán todos los servicios públicos y privados para este colectivo, y la puesta en marcha de una prueba piloto para comprobar la eficacia de realizar la atención social en espacios de comunicación virtual.