La empresa japonesa, Kubota, ha diseñado este robot todoterreno que se puede equipar con distintas tecnologías y sensores para cuidar los cultivos.
FUENTE:elespanol.com
AUTOR:Marta Sanz Romero
La tecnología se está convirtiendo en una herramienta clave del campo. Los agricultores optimizan cada vez más su trabajo con máquinas y sistemas que les permiten tener más control de la cosecha. De esta forma, se minimizan problemas como la escasez de mano de obra o la sequía que sufre gran parte de España en los meses más secos del año. Los agricultores invierten en dispositivos para regar gastando hasta un 70% menos de agua o robots capaces de plantar más de 6.000 semillas en solo tres segundos.
Desde la simple vigilancia y el análisis de las plantas, hasta la poda o plantación de las mismas, los robots agricultores ahorran tiempo y esfuerzo a los profesionales del campo. Sin embargo, estos entornos no son siempre fáciles para máquinas diseñadas para rodar por carreteras. Igual que los rovers que exploran el abrupto terreno de la Luna o Marte, los robots agricultores necesitan diseños capaces de adaptarse a toda clase de desniveles.
De esta necesidad surgen robots todoterreno que balancean sus ruedas de forma independiente para nivelarse mientras se mueven por el terreno escarpado. Así es KATR un robot que utiliza patas extensibles para mantener su plataforma de carga estable.
En España, la Ribeira Sacra es un ejemplo de esos cultivos ‘imposibles’. La distribución del viñedo en terrazas o bancales para salvar la pendiente del terreno puede ser extrema en esta zona, lo que a todas luces hace imposible la mecanización. En terrenos así se está popularizando el uso de drones para analizar los cultivos o transportar materiales. Aún así, estos equipos no pueden acercarse mucho a los cultivos o sus raíces por el daño que pueda provocar el viento que generan sus aspas. En su lugar se necesitan robots o rovers que se adapten a toda clase de terrenos.
Por cualquier terreno
KATR son las siglas de Kubota All-Terrain Robot. Ha sido diseñado por la empresa japonesa Kubota Tractor Corporation pensando en recorrer todo tipo de terrenos para ser de utilidad en agricultura y construcción. Se trata de la continuación del modelo agrícola New Agri Concept que presentaron el año pasado con tecnología autónoma y eléctrica.
El robot utiliza extremidades diferentes para desplazarse por los distintos terrenos. Si la pista es lisa y nivelada, el KATR solo tiene que circular con cuatro ruedas interiores como lo haría un coche. Por el contrario, si se enfrenta a un circuito accidentado, el robot se eleva sobre otras cuatro ruedas exteriores de mayor tamaño, quedando las cuatro anteriores en el aire.
Cada una de esas ruedas se encuentran en el extremo de una pata hidráulica que se extiende o retrae de forma autónoma para mantener el cuerpo central del robot siempre en posición horizontal. Para funcionar de forma independiente, cada rueda cuenta con un motor eléctrico propio.
¿Cómo saben las patas que deben contraerse o extenderse para mantener el equilibrio? Mediante un algoritmo patentado por la empresa que monitorea el terreno y la acción del vehículo, apoyado por una serie de sensores a bordo.
El motor puede funcionar con un motor eléctrico o de combustión. La elección es del cliente para poder adaptar el uso del robot a cada terreno si cuenta con corriente para cargarlo cerca o, por el contrario, necesita hacer uso de combustibles.
Se trata de un robot de 116 cm de ancho y puede variar en longitud entre 115 y 234 cm, dependiendo de la posición de sus patas con ruedas. Puede cargar hasta 129 kilogramos, entre materiales o sensores con los que realizar la tarea para la que sea requerido.
Cuidando los cultivos
La empresa asegura que puede equiparse con diversas herramientas y sensores dependiendo de las tareas que se le vayan a otorgar a KATR. Puede servir para transportar materiales o vigilar las inmediaciones del terreno. Pero si se le equipa con las herramientas adecuadas también puede recolectar datos de la plantación, incluso trabajar en la cosecha o la poda de las plantas.
Por ejemplo, otros robots agrícolas como los creados por Robotics Plus, empresa neozelandesa, se utilizan para pulverizar de forma autónoma la plantación. El sistema inteligente del robot analiza las necesidades de las plantas y controla el caudal para ser más eficiente a medida que se desplaza por las hileras de los huertos y viñedos.
Este tipo de robots también ayudan con otras tareas como el control de las malas hierbas, la siega, el acolchado del suelo para defender los cultivos de los agentes atmosféricos y el análisis de los cultivos. Equipados con sistemas de visión y otras tecnologías pueden informar de posibles plagas y enfermedades sin que los agricultores deban estar recorriendo los extensos cultivos constantemente.
La intención de la empresa japonesa es alquilar KATR para usos puntuales. Este servicio comenzaría el año próximo con un coste de mantenimiento de 1.980 yenes por hora de uso, lo que equivale a 12,27 euros al cambio.