FUENTE: www.lavanguardia.com
Investigadores trabajan en un robot con patas llamado ANYmal, que ayudará a explorar las superficies lunares más complejas por su orografía.
Dicen que el perro es el mejor amigo del hombre, al menos en la faz de la Tierra. Estos animales destacan por sus muchas cualidades: lealtad, agilidad, movilidad y capacidad exploratoria. Todas esas virtudes lo convierten en un candidato perfecto para explorar la Luna, algo imposible para perros de carne y hueso. Sin embargo, no es una tarea imposible para perros robots.
Investigadores sostienen que un robot de cuatro patas, entrenado a través de inteligencia artificial, puede aprender la misma lección que los astronautas del Apolo: que saltar puede ser la mejor manera de moverse en la superficie de la luna.
En este sentido trabajan los científicos que integran el equipo LEAP (Legged Exploration of the Aristarchus Plateau), que acaban de presentar una actualización del estudio respaldado por la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) para explorar algunos de los terrenos lunares más desafiantes.
Objetivo: Reforzar la misión Artemis
El equipo de LEAP está trabajando para que el robot se integre en el módulo de aterrizaje logístico de la ESA, que está programado para aterrizar en la Luna varias veces desde finales de la década de 2020 hasta principios de la de 2030, en el marco de la misión Artemis. El programa pretende volver a llevar a astronautas a la Luna, así como investigar su superficie con nuevas tecnologías y sistemas innovadores. Y para eso, según apunta Space, la NASA quiere utilizar estos perros robots.
LEAP se basa en el robot con patas, ANYmal, desarrollado en ETH Zürich y su spin-off ANYbotics. «El objetivo de LEAP es la meseta de Aristarchus, una región de la luna que es particularmente rica en características geológicas pero de acceso muy difícil», explica en un comunicado Patrick Bambach, del Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar en Alemania.
Bambach cree que con el robot se podrán investigar características clave para estudiar la historia geológica y la evolución de la Luna, “como la eyección alrededor de los cráteres, los sitios de impacto recientes y los tubos de lava colapsados, donde el material puede no haber sido alterado por la meteorización espacial y otros procesos”.
ANYmal: Un perro robot explorando la Luna
No es la primera vez que la NASA echa mano de robots para estudiar la superficie de los planetas. A lo largo de los años, la agencia espacial ha enviado cinco vehículos robóticos (rovers) a Marte, pero tienen varias limitaciones. «La exploración de terrenos con tierra suelta, grandes rocas o pendientes de más de 15 grados es particularmente desafiante con ruedas. Por ejemplo, el vehículo explorador de Marte, Spirit, terminó su misión cuando se atascó en la arena», recuerda Bambach.
Los investigadores, que han presentado sus avances en el Europlanet Science Congress (EPSC) 2022 de Granada, creen que ANYmal no tendrá esos problemas. Este perro robot puede moverse en diferentes formas de andar, lo que le permite cubrir grandes distancias en un corto período de tiempo, subir pendientes pronunciadas, desplegar instrumentos científicos e incluso recuperarse en el improbable caso de una caída. El robot también puede usar sus patas para cavar canales en el suelo, voltear rocas o rocas más pequeñas para una inspección más detallada y recoger muestras.
Los científicos también destacan su agilidad. El diseño actual permanece por debajo de los 100 kg, e incluye 10 kg de masa de carga útil científica, teóricamente capaz de transportar sensores multiespectrales, radares de penetración terrestre, espectrómetros de masas, gravímetros y otros instrumentos.
«La capacidad de LEAP para recolectar muestras seleccionadas y llevarlas a un vehículo de aterrizaje o de ascenso ofrece oportunidades emocionantes adicionales para misiones de muestreo y retorno en entornos altamente desafiantes en la Luna o Marte», asegura Bambach.