FUENTE: www.designboom.com
AUTOR: BEATRICE MURRAY
La startup Cobalt Robotics, con sede en Palo Alto, tiene como objetivo distanciar al robot de su estereotipo de metal ‘inductor de pesadillas’ con su última creación.
Diseñados por yves béhar y su empresa Fuseproject, estos robots de seguridad cubiertos de tela colocan el diseño firmemente en el centro de la normalización de la interacción humano-robot. Cada bot de guardia de seguridad es una escultura cónica con la inteligencia de un automóvil autónomo, y está diseñado para trabajar junto con los humanos para mantener las oficinas seguras al patrullar las instalaciones sin intimidar a los empleados.
Lejos de ser un nuevo actor en el mundo de la robótica, Cobalt cuenta con un equipo altamente calificado. La puesta en marcha ha sido cofundada por Travis Deyle , miembro de la lista de jóvenes innovadores 2015 de MIT Technology Review, junto con el ingeniero de seguridad de SpaceX Erik Schluntz, quien trabajó con Deyle en Google X para desarrollar lentes de contacto inteligentes. experto en interacción humano-robot Dr. Leila Takayama también ayudó al equipo de Cobalt a garantizar la seguridad e inteligencia óptimas de los robots. La versión final utiliza sensores redundantes, algoritmos de última generación y una percepción poderosa para trabajar junto a los humanos de la manera más segura posible.
Cada robot súper inteligente utiliza sensores potentes que incluyen cámaras de día y noche de 360º, cámaras térmicas, escáneres láser y sensores ambientales que incluyen detectores de humo y monóxido de carbono. Los bots incluso tienen un lector de credenciales para que los empleados puedan identificarse en la máquina. De hecho, su inteligencia artificial es igual a la de un automóvil autónomo, lo que significa que el guardia de seguridad del robot tiene una memoria perfecta y un historial auditable de dónde estaba y qué vio. Los bots pueden detectar y marcar condiciones o anomalías relevantes para la seguridad, como personas inusuales, puertas y ventanas abiertas o elementos sospechosos. Cuando se le alerta sobre un problema, el robot responderá de forma autónoma a la situación o iniciará una videollamada con su «piloto humano» remoto que puede tomar el control.
Por supuesto, la interfaz de usuario es la clave para cualquier interacción computadora-humano, y el bot está controlado por una simple pantalla táctil en un lado de la estructura. El dispositivo tiene un micrófono directo para una comunicación clara y un anillo LED que indica cuándo el robot está en acción. Los bots pueden navegar por su edificio de forma autónoma y conocer el estado normal de las instalaciones, trazando sus propios caminos de adónde ir. Los robots de Cobalt también pueden generar mapas en 3D de datos de sensores como la intensidad de la señal wifi y la temperatura.